dilluns, 28 de novembre del 2011

L'AQÜEDUCTE DE SEGÒVIA

1. L'aqüeducte data del segle I o II d.C., a l'època dels flavis, amb l'emperador Vespasià i Trajà. És l'obra d'enginyeria civil més important d'Espanya. Transporta aigua del riu Fred a la ciutat de Segòvia. Al 1985 va ser nombrat per la UNESCO patrimoni de la humanitat.
L'aqüeducte comença a prop del Palau de la Granja amb d'arcs senzills de mig punt que condueixen l'aigua fins a la cisterna coneguda amb el nom del Caseró on es emmagatzemava l'aigua. Posteriorment, un canal transporta l'aigua fins a una segona torre, i en arribar a la plaça de Díaz Sanz comencen a formar-se dos monumentals files d'arcs superposats.


Consta d'una longitud de 728 metres i una altura màxima de 28 metres i mig, als que, a més, se li ha de sumar a prop de 6 metres de ciments en el tros principal. Consta d'una doble arcaria, la inferior formada per 119 arcs de mig punt diferents segons les adaptacions al terreny, i la superior de 44 arcs que constitueixen el nucli central de l'aqüeducte.
A la part superior dels arcs s'hi troba el canal que transporta l'aigua fins a la ciutat. L'elaboració de l'aqüeducte de tan grans dimensions ens fa veure les grans capacitats enginyeres dels romans, i a pesar de tot això mai no obliden la importància estètica que ha de tenir un element de característiques com tan ciclòpeas com en aquest cas.
Aquest magnífic monument s'ha mantingut en bon estat de conservació, sense grans transformacions, degut a la grandesa de l'estructura que imposa respecte al fet de que, encara en el segle XX continués exercint la seva funció original. La primera obra de reconstrucció es degué realitzar prop dels Reis Catòlics, quan es reedificaren 36 arcs respectant al màxim l'obra original. 
En l'actualitat, l'estat de deteriorament de la pedra per la contaminació atmosfèrica ha estat tan alarmant que l'Estat ha hagut de protegir-lo mitjançant un minuciós procés de restauració. Així i tot aquesta obra ciclòpeda segueix crindant l'atenció de milers de turistes boca-badats de la seva brillantesa i monumentalitat.

2. 

3. Gracias al conocimiento de la materia y la forma en la que algunas inscripciones estaban realizadas podemos reconstruirlas. Esto es lo que se ha hecho con la Inscripción del Acueducto de Segovia a través de los restos de los anclajes de las letras de bronce al monumento. Originalmente las Letras de esta inscripción eran de bronce de unos 32/35 cm y fueron ancladas sobre las piedras colocadas en las primeras arcadas del Acueducto.
En septiembre de 1996 el historiador alemán Geza Alfóldy, de la universidad de Heidelberg, en una conferencia en la reunión anual de becarios de la Fundación Humboldt en Madrid dio una sorpresa al auditorio al adelantar que tras muchos años de investigaciones había conseguido reconstruir una de las inscripciones que adornaban el Acueducto de Segovia en el siglo 1 de nuestra era. Tras investigar cuidadosamente los agujeros donde debían estar las letras de bronce de la inscripción Alfóldy anunció su descubrimiento: Trajano no ordenó hacer el acueducto, sólo mandó repararlo. Los agujeros, a más de 20 metros del suelo nunca se habían fotografiado en detalle, pero gracias a la subvención del Instituto Arqueológico Alemán de Madrid ahora se ha hecho por primera vez y con ese material trabajó Alfóldy. 
El esfuerzo valió la pena, se descubrieron agujeros que antes no se tenían documentados, mientras otros resultaron ser sólo sombras. Se distinguieron las marcas dejadas por las tenazas que movían los sillares y concluyeron que las letras medían entre 32 y 35 cm de altura por unos 5 cm deancho. Con esto se hicieron plantillas de las letras y se empezó a intentar encajarlas. 
En el lado occidental había 204 agujeros y en el oriental 200, pero la inscripción debía ser la misma, con lo cual se demostró que no siempre se utilizaba el mismo número de anclajes para las mismas letras. Al final encajaron 131 letras y 26 interpunciones, que nos dan una mscripejón fechada en el año 98 después de Cristo.

4. IMP·NERVAE·TRAIANI·CAES·AUG·GERM·P·M·TR·P·Il·COS·ll·PATRIS·PATRIAE·IUSSUP*
NUMMIUS·NUMMIANUS·ET·P·FABIUS·TAURUS·IIV~R·MUNIC·FL·
SEGOVIENSIUM·AQUAM·RESTITUERUNT


Imp(eratoris) Nervae Traiani Caes(aris) Aug(usti) Germ(anici), P(ontifex) M(aximus), Tr(ibunicia) P(otestate) II, Co(n)s(ulis) II, Patris Patriae iussu  P(ublius) Nummius Nummianus et P(ublius) Fabius Taurus lí vir munic(ipii) FI(avii) Segoviensium aquam / restituerunt.

TRADUCCIÓN: Por orden del Emperador Nerva Trajano César Augusto Germánico, Pontífice Máximo, en su 20 Potestad Tribunicia, cónsul dos veces, Padre de la Patria, Publio Nummio Nummiano y Publio Fabio Tauro, dumviros del municipio Flavio de los segovianos, reconstruyeron el acueducto.


dilluns, 14 de novembre del 2011

ATENAS

ACRÒPOLIS: PROPÍLEOS, ATENEA NIKE, ERECTEION, PARTENON


ÀGORA: TESEION, AREÓPAGO, BOULEUTERIÓN, STOAS


ACRÒPOLIS

La paraula acròpoli (també anomenada acròpolis) prové del grec akrópolis (d' akros, situat a dalt de tot, i polis, ciutat) i literalment significa "ciutat alta".
L'acròpoli és la part de les ciutats gregues i d'altres civilitzacions, situada al punt àlgid d'un turó, on es construïen edificacions emblemàtiques com ara temples o places de reunió, i en què es reunien personalitats importants de la ciutat, per a actes també importants.
Amb propòsits defensius, els primers habitants van escollir per establir-se un terreny elevat, sovint un turó o muntanyeta amb faldes costerudes, i aquestes antigues ciutadelles van esdevenir en moltes parts del món el nucli de grans ciutats que es van estendre al peu de l'elevació.

EL EJÉRCITO ROMANO

Carácter del ejército romano. El ejército romano empezó siendo una simple milicia de campesinos que se reunían solamente cuando las circunstancias lo exigían. Los soldados eran ciudadanos que aportaban su equipo y armamento y consideraban el servicio militar como uno de
tantos deberes impuestos por la vida cívica. Esta organización dio a Roma el imperio del mundo, pero una vez conseguido, se reveló incapaz de defenderlo y consolidarlo. A fines del siglo II a. de J. C. empezó la evolución del ejército romano. Su gran reformador fue Mario; los soldados se reclutaron entre los más pobres de la población, con un largo tiempo de servicio, y gradualmente fueron convirtiéndose en mercenarios, sin otro oficio que el de las armas. César encontró al ejército en plena transición. No tenía todavía el carácter que le dio Augusto y acentuaron sus sucesores, pero era ya una organización permanente formada por profesionales. Los lazos de fidelidad religiosa e interés práctico que unían los soldados al general tenían ya aquel matiz personalísimo que había de convertir a las legiones en el más poderoso instrumento político.
Organización. La infantería es la fuerza principal del ejército romano, y la unidad táctica de infantería, la legión (legio). Ésta debe su nombre a la "reunión" de las tribus que formaban la antigua milicia ciudadana. Deriva directamente de la falange dórica, introducida en el Lacio a través de las ciudades de la Magna Grecia. La falange era una formación compacta de infantería pesada, cuya misión principal era el choque; la maniobra era más bien encomendada a la caballería, colocada generalmente en las alas. Los romanos, débiles en caballería, modificaron la falange haciéndola más manejable y maniobrera. A este efecto la subdividieron en unidades capaces de moverse con cierta independencia, cohortes, manípulos y centurias. La centuria era la unidad inferior y constaba normalmente de cien hombres; dos centurias formaban un manípulo, tres manípulos una cohorte y diez cohortes una legión. Asi, una legión constaba de 60 centurias y su contingente teórico era de 6.000 hombres. Sin embargo, raras veces contaban las legiones con su efectivo completo. Su contingente normal era de 4.500 a 5.000 hombres, lo que nos da de 70 a 80 hombres por centuria.
Armamento. El armamento defensivo del legionario romano era parecido al del hoplita griego: casco, coraza, probablemente grebas y un escudo pesado de más de un metro de alto. Las armas ofensivas consistían en una jabalina (pilum,) y una espada corta (gladius) de origen ibérico. El pilum era una lanza de madera con punta de hierro que se lanzaba a distancia para desorganizar las filas enemigas antes de entablar el cuerpo a cuerpo; una vez establecido el contacto, se empleaba la espada, ancha y puntiaguda, que se manejaba de un modo parecido a la moderna bayoneta. Además de sus armas, el soldado debía llevar en su mochila individual (sarcina) sus víveres, utensilios para cocinarlos e instrumentos de zapa y fortificación. Todo ello formaba un equipo bastante pesado que el legionario debía ser capaz de transportar durante largas marchas sin sentir fatiga.
Mandos. La disciplina se mantenía gracias a una sabia jerarquía de mandos. Los oficiales inferiores eran los centuriones o comandantes de las centurias; todos ellos habían empezado sirviendo en las filas y debían el grado a su valor y virtudes militares. Los centuriones de la primera cohorte eran más importantes que los otros y recibían el nombre de primorum ordinum centuriones o primi ordines; el jefe de la primera centuria, llamado primipilus,. tenía acceso a los consejos de guerra junto con los oficiales superiores. Eran éstos los tribunos militares (tribuni militum}, y los legados (legati); los primeros eran seis por legión, cuyo mando desempeñaban por turno. En tiempo de César los tribunos cedieron el paso a los legados, especie de lugarteniente del general en jefe, que podían ejercer funciones independientes y mandar ejércitos enteros o parte de ellos. Todos estos oficiales pertenecían a las clases superiores de Roma, nobleza senatorial y caballeros, y venían a formar como el estado mayor del general.
Tropas especiales. Adjuntos al estado mayor estaban también los praefecti fabrum o jefes de ingenieros; para los trabajos de fortificación e ingeniería, no se disponía de cuerpos especiales; cuando el caso lo requería se separaban de las filas a los soldados más capacitados para ello (fabri). Las tropas legionarias constituían la infantería pesada; la caballería y la infantería ligera estaban encuadradas en unidades independientes de las legiones, designadas como tropas auxiliares (auxilia); las componían soldados no ciudadanos, provinciales y extranjeros. Los auxiliares de infantería consistían sobre todo en honderos y arqueros; la caballería, cuyas formaciones se llamaban alae o cohortes alariae, por desempeñar generalmente misiones de flanqueo, estaba mandada por los praefecti equitum, que muchas veces eran los mismos jefes o notables de las tribus a que pertenecían los jinetes.
Formación en batalla. En la batalla, la formación táctica más usual en tiempo de César era la acies triplex, en tres líneas, cada una de un cierto número de cohortes, por ejemplo, cuatro en la primera y tres en las sucesivas, dispuestas al tresbolillo: este dispositivo permitía dejar intervalos entre las cohortes por los que podían filtrarse, durante el combate, las reservas y refuerzos. Normalmente, cada cohorte presentaba los manípulos adosados en línea, mientras las centurias de cada manípulo se disponían en profundidad.
EL CAMPAMENTO ROMANO
Para ponerse a resguardo de posibles sorpresas, el ejército romano se hacía fuerte todas las noches en un campamento fortificado (castra). Durante la marcha, el general enviaba por delante un destacamento encargado de elegir un emplazamiento adecuado, fácil de defender y, a ser posible, con posibilidad de abastecerse en agua, leña y forraje.

Una vez elegido el sitio, lo acotaban según una disposición tradicional (castra metari); un cuadrilátero rodeado de un foso y una estacada. Llegadas las legiones, se emprendía inmediatamente el atrincheramiento. Una trinchera excavada (fossa) solía tener cuatro metros de anchura por tres de profundidad. Con la tierra excavada se levantaba un terraplén o muro (agger), coronado por una estacada (vallum).
Las dimensiones del campamento dependían, naturalmente, del número de legiones que en él debieran alojarse, pero su plano siempre era el mismo. En el centro de cada lado del cuadrilátero se abría una puerta. La puerta dirigida hacia el enemigo era la porta praetoria, a la que correspondía, al lado opuesto, la porta decumana. A ambos lados se abrían la porta principalis dextra y la porta principalis sinistra. El interior estaba dividido según una cudrícula de calles (viae) que discurrían entre las tiendas (tentoria). Las dos principales, que se cortaban en ángulo recto en el centro del campamento, eran la uia principalis,, que iba de una puerta lateral a la otra, y la uia praetoria, que desembocaba en la puerta del mismo nombre.
En la intersección de ambas calles principales se abría el forum, o explanada para las asambleas, con el praetorium, pabellón del general, y el quaestorium, alojamiento del cuestor y de los servicios administrativos y de intendencia. Alrededor del praetorium. se alineaban las tiendas del estado mayor y de las tropas elegidas. Entre el uallum. y las tiendas se dejaba un espacio (intervallum) para facilitar las entradas y salidas.
Cuando una tropa debía permanecer alojada durante mucho tiempo en un determinado lugar, se construía un campamento permanente (castra statiua). Si era para pasar el invierno, recibía el nombre de hiberna. En la época imperial muchos campamentos permanentes se convirtieron en núcleos de población urbana que desempeñaron un gran papel en la romanización de las provincias.
 

dilluns, 7 de novembre del 2011

INSCRIPCIÓ POMPEIANA




EVMACHIA·L·F·SACERD·PVBL·NOMINE·SVO·ET·M·NVMISTRI·FRONTONIS·FILI·CHALCIDICUM·CRYPTA·PORTICVSCONCORDIAE·AVGVSTAE·PIETATI·SVA·PEQVNIA·FECIT·EADEMQVE·DEDICAVIT

EVMACHIA·L(LVCII)·F(FILIA)·SACERD(SACERDOS)·PVBL(PVBLICA)
·NOMINE·SVO·ET·M(MARCI)·NVMISTRI·FRONTONIS·FILI·CHALCIDICUM·CRYPTA·PORTICVSCONCORDIAE·AVGVSTAE·PIETATI·SVA·PEQVNIA
·FECIT·EADEMQVE·DEDICAVIT


Evmachia·L(Lvcii)·f(filia)·sacerd(sacerdos)·pvbl(pvblica)·
nomine·svo·et·M(Marci)·nvmistri·Frontonis·fili·chalcidicum·crypta·porticvs·
concordiae·avgvstae·pietati·sva·peqvnia·fecit·eademqve·dedicavit


Mira las primeras palabras y la última de esta inscripción: ¿Se podría decir que son un resumen de todo el mensaje? Si.
¿Quién hizo qué? Eumaquia hizo un edificio dedicado a la Concordia, a la Piedad Augusta y a Livia, esposa de Augusta
¿A quién se refiere con suo nomine ? En su nombre
¿En qué caso está M. Numistri Frontonis fili? Genitivo del singular, 2a declinación
 ¿De quien es hijo? De Eumaquia
¿En qué caso están los sustantivos, chalcidicum, cryptam y porticum? Chalcidicum: AC. Singular/Cryptam: AC. Singular/Porticum: AC Singular
Considera los dos nombres en el caso dativo: este caso indica el interés,
perjuicio o beneficio. El edificio esta dedicado a la Concordia y la Piedad Augusta
¿Cómo actualizar la ortografía de pequnia? Escribiendo “Pecunia”
Ten en cuenta eademque. ¿Es singular o plural? Singular
¿Qué género? Femenino
¿A quién se refiere? A Eumaquia
¿Por qué el sufijo-dem? Significa Mismo
Ahora que has contestado a todas estas preguntas, probablemente puedas hacer una buena traducción de la inscripción.

"Eumaquia, hija de Lucius, sacerdotisa pública, en su nombre y en el de su hijo Marco Numistrus Fronto, ha hecho construir con su dinero un vestíbulo dedicado a si misma y un pórtico para honrar a la Concordia y la Piedad Augustas".





divendres, 4 de novembre del 2011

Las Guerras Médicas

Antecedentes
La expansión del imperio persa hacia occidente en la segunda mitad del siglo VI a.C.
fue ahogando la autonomía política y económica de las ciudades griegas de Asia Menor.
Aristágoras de Mileto porclamó el fin de la tiranía y su ejemplo fue seguido por las otras ciudades griegas de la costa. Derrocaron a los tiranos impuestos por los persas y expulsaron sus guarniciones. Al mismo tiempo, las ciudades nombraron estrategos para hacer frente a la represión persa que se avecinaba. Aristágoras visitó Esparta intentando convencer a su rey, Cleómenes, para que sus hoplitas participaran en una expedición de ultramar, pero fracasó en su intento y solo logró la ayuda de Atenas, que envió una expedición de veinte naves, y de Eretria, que envió cinco naves. Todas las ciudades griegas de Asia Menor se levantaron contra Persia, tomaron Sardes y la incendiaron. Los persas montaron una contraofensiva (497 a.C.) por el sur y por el norte, que les fue devolviendo el control de todas las ciudades. Mileto que había encabezado la rebelión fue tomada al asalto, arrasada y su población deportada (494 a.C.).
La Primera Guerra Médica. La
batalla de Maratón
Darío preparó una gran expedición (verano de 490 a.C.), bajo el mando de Datis
con el pretexto de castigar a Atenas y a Eretria por la ayuda prestada a los jonios.
Una flota de seiscientas naves de guerra, comandada por Artafernes, puso rumbo
a Eretria y Atenas. Los persas desembarcaron en la isla de Eubea, tomaron la
ciudad de Eretria, arrasaron sus templos y deportaron su población al interior
del imperio.
Los persas se dirigieron a la llanura de Maratón. Atenas pidió ayuda a los
Espartanos, que llegaron tarde, y sólo pudo contar con la ayuda de Platea.
Por consejo de Milcíades, los atenienses salieron al encuentro de los persas
en Maratón. Entablaron batalla y los persas fueron derrotados, perdiendo unos
seis mil hombres en el combate. La moral de los atenienses era muy superior
a la de los persas, porque luchaban por su libertad y la de sus familiares.
Dentro del imperio persa se produjo una gran conmoción. Se sublevaron Egipto y
Babilonia.
La Segunda Guerra Médica
Mientras tanto en Atenas se emprendió una política de construcciones navales bajo la
inspiración de Temístocles para asegurarse el suministro de cereales frente a los piratas y los eginetas. El arconte polemarco dejó de ser el jefe supremo del ejército. Todas las
competencias militares pasaron a manos del colegio de los diez estrategos y éstos eran reelegibles.
Desde el año 483 a.C., Jerjes, hijo y sucesor de Darío, puso en marcha los
preparativos para una guerra de conquista contra los griegos. Según Heródoto, los
contingentes empleados en esta segunda expedición fueron 1.700.000 soldados de
infantería y 80.000 de caballería. La flota estaba formada por 1.207 naves.
La batalla de las Termópilas
Los persas desembarcaron sus tropas de infantería en Macedonia y avanzaron por
Tesalia hacia la Lócride mientras la flota avanzaba por mar. En las Termópilas,
que era la vía de acceso desde Tesalia, se apostó el rey espartano Leónidas con
un pequeño contingente de tropas que logró dejar clavado en el terreno al ejército
persa, en agosto del 480 a.C. Con su sacrificio, Leónidas y sus espartanos dieron
tiempo a los Estados griegos para que se organizasen mejor para hacer frente al
ejército de Jerjes. Una vez que los persas dominaron las Termópilas, casi toda Grecia
quedó a su merced.
La batalla naval de Salamina
La flota persa puso rumbo a Atenas. Atenas, siguiendo un oráculo de Delfos que
les había aconsejado que "se refugiasen tras un muro de madera", embarcó a su
población en las naves y transportó a los no combatientes a Salamina, Egina y
Trecén. Los persas se apoderaron de la Acrópolis de Atenas y la destruyeron. Los
peloponesios se fortificaron en el istmo de Corinto. La flota griega a las órdenes de
Temístocles derrotó a la persa en Salamina.
Las batallas de Platea y Micale
Jerjes huyó, dejando a las tropas de tierra al mando de Mardonio que se retiró
hacia Tesalia para pasar el invierno. El año siguiente 479 a.C. las tropas persas de
Mardonio fueron vencidas por los griegas en Platea. Ese mismo verano la flota
griega, mandada por el rey espartano Leotíquidas sorprende a la persa en Micale,
junto a la desembocadura del río Meandro, y le prende fuego.
Las ciudades griegas de Asia Menor se sublevaron de nuevo contra el imperio persa
y pidieron ser admitidas en la confederación panhelénica. El rey Leotíquidas se retiró
a Esparta y dejó a los atenienses el campo libre para convertirse en una potencia capaz de contiunar la guerra
    La segunda batalla médica

dijous, 3 de novembre del 2011

COMPROBACIÓN DE LECTURA


  LA SOCIEDAD ROMANA - COMPROBACIÓN DE LECTURA

La sociedad romana se fundamenta en las luchas ancestrales entre

                      Patricios        Y         Plebeyos

De los patricios dependían sus

Clientes

El conjunto de familias que se remonta a un antepasado común se denomina

 Gens

Sólo los patricios poseían  en un principio derechos civiles: de
Matrimonio

y de propiedad, formar parte del ejército, participar en el culto, aspirar a las

Magistraturas

e intervenir en las

Asambleas

Los orígenes de la plebs se conforman con clientes liberados de  una gens patricia;  poblaciones conquistadas y anexionadas al estado romano Y

Extranjeros inmigrados

Desde los últimos tiempos de la monarquía, los plebeyos más acomodados habían sido ya admitidos en el ejército. La república patricia concede al ejército poderes legislativos, electorales y judiciales con la creación de

Asamblea centurial

Con el concilium plebis  la plebe consiguió disponer de  su propia asamblea y elegir

Los tribunos

Los tribunos populares tenían derecho de

Veto

y sus personas eran legalmente inviolables.

Una gran parte de los esclavos eran
Prisioneros de guerra

llamados mancipia, formaban parte del botín, y el  Estado los vendía en subasta. Los hijos de esclavos pertenecían, en derecho, al señor. Eran esclavos de nacimiento ; se llamaba vernae a los

Siervos nacidos en casa

y educados bajo la tutela del dueño, formaban una clase distinguida entre la servidumbre y solían disfrutar de mayor confianza que los demás. Según la función que desempeñaban, se distinguía entre los

Serui publici

afectos a los servicios públicos, adscritos a un templo o encargados de la ejecución de trabajos por cuenta del Estado, y los serui priuati, propiedad de particulares. Entre estos últimos había que distinguir la familia rustica, o sea la servidumbre agrícola, y la

Familia urbana

formada por los esclavos que vivían en la ciudad, al servicio directo de su señor. El esclavo carecía de familia, de

Propiedad

y de personalidad jurídica. Su matrimonio con un compañero o compañera de servidumbre era un simple

Contubernium

y los hijos que tuviera (uernae) eran propiedad del dueño. El esclavo podía reunir su peculium, por servicios especiales y comprar su propia libertad . Tomaban entonces el nombre de

Liberto

Los esclavos instruidos, generalmente de origen griego servían como secretarios y

Pedagogi


El siervo pasaba a liberto (o libertino) mediante la

Manumissio

mediante su inclusión en el censo, mediante la declaración del dueño ante el pretor, por legación de la libertad en el

Testamento.
El liberto dependía de la familia de su señor, llamado

Patronus

y sus derechos sufrían ciertas limitaciones, pero sus hijos eran ya

Ciudadanos plenamente capacitados


LA SOCIEDAD ROMANA

LAS CLASES SOCIALES

Patricios y plebeyos. La historia interna de los primeros siglos de la República romana está
dominada por las luchas entre patricios y plebeyos. Es probable que bajo estos nombres se oculte la coexistencia de un pueblo conquistador y una población sometida, pero nosotros los conocemos sólo como designación de dos clases sociales: una aristocracia de propietarios (patricii) y un proletariado que lucha por conquistar derechos (plebs).
El patriciado fue la oligarquía aristocrática que expulsó de Roma a la dinastía extranjera e
instauró el régimen republicano, organizándolo en su propio provecho. Dos elementos hay que
distinguir dentro de esta clase: los patricios propiamente dichos, y los siervos de la gleba que de ellos dependían (clientes). Como la ciudad era un agregado de gentes (gens es el conjunto de familias que remontan a un antepasado común), formadas sólo por patricios y sus clientes, quien no perteneciera a una gens ni siquiera podía considerarse ciudadano de Roma. El figurar en la organización patricia era requisito indispensable para poseer derechos civiles (de matrimonio y de propiedad), formar parte del ejército, participar en el culto, aspirar a las magistraturas e intervenir en las asambleas.
Pero, con el tiempo, junto a esta organización fue apareciendo una clase distinta, designada
con el nombre de plebs . Aunque sus orígenes son complejos, pueden distinguirse en ella tres
elementos principales: a) poblaciones conquistadas y anexionadas al estado romano; b) clientes que
han dejado de formar parte de una gens patricia; c) extranjeros inmigrados. La plebe tiene el carácter de una población puramente urbana, localizada, dentro de la ciudad, en ciertos suburbios y barrios bajos. Aunque de condición libre, los plebeyos no poseían ningún derecho dentro de la urbe. A esta carencia de derechos correspondía una análoga ausencia de deberes: ni estaban obligados al servicio militar ni tenían que pagar impuestos (tributum). Pero las crecientes necesidades militares y financieras del Estado obligaron, a partir del siglo V a. de J. C., a acudir a la plebe; ésta presentó entonces sus reivindicaciones, abriendo así un periodo de pugnas sociales que duró desde el final del siglo VI hasta mediados del IV a. de 
J. C.

Lucha de la plebe por la igualdad civil. Desde los últimos tiempos de la monarquía, los
plebeyos más acomodados habían sido ya admitidos en el ejército. La república patricia se vio
obligada a conceder al ejército poderes legislativos, electorales y judiciales, con la creación de la asamblea centurial (comitia centuriata); de este modo los plebeyos obtuvieron un principio de intervención en la vida pública.
Pero tal intervención estaba fuertemente mediatizada por la actuación de los cónsules y del
Senado. Para mejorar de condición, la plebe necesitaba, ante todo, organizarse. Éste fue, en efecto, el primer paso: después de un intento de secesión (retirada al Monte Sagrado), obtuvo que se le reconociera una asamblea propia (concilium, plebis) con atribuciones para elegir un órgano ejecutivo, los tribunos. Éstos representaban a la plebe cerca del Estado, podían oponerse a las decisiones de los magistrados (derecho de veto) y estaban investidos de un carácter sacrosanto que los hacía inviolables.
Pasóse luego a la conquista de los derechos civiles, de los que la plebe sólo poseía uno: el
derecho de propiedad (ius commercii}. El Estado reconoció la validez legal de cierto número de actos — matrimonio, testamento, adopción —, que en su origen eran de naturaleza religiosa. Como los plebeyos eran extraños a la religión de la ciudad, hubo que idear formas laicas de estos actos, como fueron, por ejemplo, los matrimonios por coemtio y por usus (véase “Instituciones romanas II”). Roma no poseía un código escrito de derecho civil; existía sólo la costumbre, cuya interpretación estaba reservada a los patricios. Los plebeyos obtuvieron, pues, a mediados del siglo V, la redacción y publicación de un código escrito, las XII Tablas, piedra fundacional del derecho romano. Aunque se había reconocido la validez de los matrimonios entre plebeyos, seguían prohibidos los casamientos mixtos, de plebeyos con patricios; este obstáculo fue eliminado, tras tenaz resistencia, en 446, gracias a la ley redactada por el tribuno Canuleyo.

La lucha por la igualdad política. Obtenida la igualdad civil, emprendióse la lucha por la
igualdad política. Las reivindicaciones se dirigieron hacia los tres grandes órganos del Estado: los comicios, las magistraturas y el Senado.
El primer paso fue la ley Valeria Horacia de 449, que dio fuerza legal a los acuerdos
(plebiscita) de las asambleas de la plebe, con la condición, empero, de que fueran ratificados por el Senado. Cuando a principios del siglo III la ley Hortensia suprimió la sanción senatorial, esta asamblea, que con el nombre de comitia tributa agrupaba a todos los ciudadanos de la ciudad sin distinción de rangos ni fortunas, se convirtió en el principal órgano legislativo del Estado. Ya hemos dicho que, desde el comienzo de la república, los plebeyos formaban parte de los comicios centuriados, que no eran otra cosa que el ejército en funciones políticas. Ahora bien, en las votaciones cada centuria contaba como un voto y como la distribución de los ciudadanos se hacía con arreglo a la riqueza, y las clases ricas disponían de la mayoría de las centurias, sólo los plebeyos acomodados desempeñaban un papel efectivo en la asamblea. Esta desigualdad no se mitigó hasta mediados del siglo III a. de J. C., con una reforma que asoció la clase media a la hegemonía ejercida hasta entonces por las clases elevadas.
Particularmente encarnizada fue la lucha por el acceso a las magistraturas. Antes que
ceder el consulado a los plebeyos, los patricios prefirieron desmembrarlo creando (en 445 a. de J. C.) el tribunado militar con potestad consular (tribunatus militaris consulare potestate), abierto también a los plebeyos, pero estableciendo una nueva magistratura patricia, la censura, con atribuciones administrativas y financieras hasta entonces reservadas a los cónsules. El acceso al consulado no lo obtuvo la plebe hasta el año 367, después de haber conquistado la cuestura en 421. Aun entonces los patricios trataron de menguar la victoria de sus adversarios creando dos nuevos cargos, el de pretor y el de edil curul. Pero en el curso de este mismo siglo las nuevas magistraturas fueron sucesivamente abiertas a los plebeyos. Al mismo tiempo, como el desempeño de los cargos públicos confería la dignidad de senador la plebe obtuvo también entrada al Senado.

La nobleza patricioplebeya.
Los beneficiarios de tales reformas fueron los plebeyos
acomodados, los que disponían de la riqueza y el prestigio necesario para representar un papel en el Estado. La capa superior de la plebe, con el desempeño de las magistraturas, vino así a acercarse al antiguo patriciado, con el que se sentía unida por la comunidad de intereses. Así se formó una nueva clase, la nobilitas, en cuyas manos está el gobierno a partir del siglo III a. de J. C. Las luchas sociales que estallan en Roma a fines del siglo III a. de J. C. y prosiguen durante la primera mitad del I, tienen ya otros protagonistas; la nobleza senatorial, la clase adinerada de los caballeros (equites, ordo equester) y el proletariado urbano. Su resultado fue el derrumbamiento de la antigua república y la instauración de una monarquía militar; el Imperio.

LA ESCLAVITUD

Los esclavos. Todos los pueblos de la Antigüedad consideraron a la esclavitud como una
institución indispensable para la vida social. Los trabajos manuales pasaban por indignos de un ciudadano bien nacido; era, pues, necesaria la existencia de una abundante mano de obra servil para los trabajos agrícolas, industriales y domésticos.
Una gran parte de los esclavos eran prisioneros de guerra (mancipia); los prisioneros formaban parte del botín, y el Estado los vendía en subasta. Existían además grandes mercados de
esclavos, a los que acudían los traficantes y adquirían partidas de ellos para revenderlos en todas las ciudades del Mediterráneo; no pocos de estos esclavos eran víctimas de piratas y bandoleros que los habían raptado en sus correrías. Había además los esclavos de nacimiento, o sea, hijos de esclavos que pertenecían, en derecho, al señor; los siervos nacidos en casa (vernae) y educados bajo la tutela del dueño, formaban una clase distinguida entre la servidumbre y solían disfrutar de mayor confianza que los demás.

Clases de esclavos. Según la función que desempeñaban, se distinguía entre los serui
publici, afectos a los servicios públicos, adscritos a un templo o encargados de la ejecución de
trabajos por cuenta del Estado, y los serui priuati, propiedad de particulares. Entre estos últimos había que distinguir la familia rustica, o sea la servidumbre agrícola, y la familia urbana, formada por los esclavos que vivían en la ciudad, al servicio directo de su señor.

Condición jurídica. En principio el esclavo era una cosa totalmente sujeta a su dueño;
carecía de familia, de propiedad y de personalidad jurídica. Su matrimonio con un compañero o
compañera de servidumbre era un simple contubernium, y los hijos que tuviera (uernae) eran
propiedad del dueño. Este poseía un poder absoluto, de vida o muerte, sobre el esclavo. La
incapacidad legal para la propiedad venía, sin embargo, mitigada por la institución del peculium; era éste un pequeño capital que el esclavo podía reunir, o ahorrando de los gastos de su manutención o como gratificación por servicios especiales; con él podía comprar su propia libertad y convertirse en "liberto".

Trato recibido por los esclavos. A pesar de su total desamparo ante la ley, la suerte de los
esclavos no siempre era tan mísera como pudiera suponerse. Por de pronto, el dueño era el primer interesado en que sus siervos se mantuvieran bien de salud, evitándoles penalidades innecesarias. Pero, además, las relaciones entre señor y esclavo estaban a menudo animadas de una sincera cordialidad. Este caso era frecuente con los esclavos instruidos, generalmente de origen griego, muchas veces superiores en cultura y dotes intelectuales al dueño, al que
servían como secretarios y preceptores de sus hijos (paedagogi); así Octavio guardó siempre un gran afecto a su paedagogus Sphairos , y Cicerón trató siempre como a un amigo a su secretario Tirón.

Los libertos. La esclavitud no era un mal irremediable, sino que el siervo podía siempre
soñar con su futura liberación (manumissio). Ésta podía tener efecto de varias maneras: 1. a por inclusión en el censo como ciudadano (manunissio censu); 2ª por declaración del dueño ante el pretor, después de la cual el magistrado tocaba la cabeza del esclavo con una vara (vindicta: manumissio per vindictam); 8. a por declaración del señor en el testamento (manumissio testamento). Más tarde se introdujeron formas más simples.
El esclavo manumiso se llamaba " liberto" (libertus o libertinus). Quedaba aún en cierta
dependencia de su señor (patronus), cuyo praenomen y nomen adoptaba; asi Tirón, esclavo de
Cicerón, se llamó una vez liberado M. Tullius Tiro. No poseía plenitud de derechos políticos; pero los hijos que tuviera después de su manumisión eran ya ciudadanos plenamente capacitados.